José Andrés Ortiz

José Andrés, se presenta como un emprendedor y abogado de profesión, cuya "pasión frustrada" es el teatro. El inicio de su camino como empresario gastronómico, con el restaurante Divino Burro, se gestó tras un viaje a México en 2023, donde la comida picante y los tacos le inspiraron. La idea se concretó con su socio (un publicista) al identificar un nicho de mercado en Urdesa (Guayaquil): crear un concepto de "taco guayaco," que combina la tortilla de harina con ingredientes típicos ecuatorianos como menestra y abundante proteína. Este producto inicial se convirtió en la "joya de la corona" de su menú y el punto de partida para su negocio.

Su trayectoria como emprendedor ha estado marcada por la perseverancia y la necesidad de profesionalizar el negocio. Después del lanzamiento, el éxito inicial (impulsado por la difusión en redes sociales y la visita de food influencers como Víctor León) pronto los enfrentó a desafíos logísticos y a la importancia de la planificación (como la gestión de inventario y personal). José Andrés, quien también se desempeña como abogado laboralista, se encarga personalmente de las compras y la organización, aplicando sus conocimientos para el manejo del talento humano. Tras probar una ubicación que no fue óptima, lograron establecerse en un local más concurrido en La Joya (Plaza Orlando), destacando la importancia de la ubicación y la adaptación constante para el crecimiento.

En cuanto a las presentaciones y la cultura, José Andrés se define como un "consumidor" de teatro, destacando el microteatro y el stand-up en Guayaquil, y su experiencia en una obra de terror en México. Él señala la falta de una cultura de consumo de arte en Ecuador y la necesidad de dar más apoyo a los artistas locales, especialmente en comparación con la atención que reciben los artistas extranjeros. A nivel empresarial, Divino Burro ha participado en festivales de emprendimiento en Guayaquil como el Yumi Shop, lo que ha sido crucial para darse a conocer. Finalmente, su mensaje alienta a los ecuatorianos a emprender, invertir en preparación (académica y autodidacta) y dinamizar la economía, pues la creación de empleo es una de las satisfacciones más grandes que ha experimentado.